Ham, con tal sólo 3 años de edad, subió al espacio un 31 de enero del 61: sobrevivió. Diez meses después, Enos, de 5 años, aterrizó tras dos vuelos orbitales y tres horas de extenuante viaje. A pesar de esa primera fecha, no fue hasta abril del año 1961 cuando por primera vez en la historia, un hombre viajó al espacio, fue Yuri Gagarin. Ocho años más tarde Neil Armstrong dejaría una huella sobre la solitaria y desértica superficie lunar.En este entresijo de datos, viajes espaciales y hechos históricos, existe un dato obviado. Ham y Enos eran chimpancés, entrenados para cumplir una misión de gran importancia para la humanidad, y de la cual muy probablemente no fuesen conscientes. Hilando el tema, he de decir que los simios de hoy saben bien lo que hacen. Son la segunda generación, mutación de aquellos lejanos chimpances de la Guerra Fría, nómadas del espacio en la busqueda ferviente de su lider espiritual, Laika. Y no cesarán hasta encontrarla: Gorillaz vs. SpaceMonkeyz descubrirán, bajo la influencia de un gran Demonio Enjaulado, que el Universo camina armónicamente, siguiendo un movimiento de frecuencias marcadas por el Dub, el eterno y virtual Space Dub. Son infinitos kilómetros de ondas, potentemente amplificadas, desde un inmenso choque de galaxias hasta nuestro hogar, la Tierra. Sentidlas, disfrutadlas, el espacio no espera...
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Thousands Miles an Hour...
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