
En el 2009,
Paradise Lost ratificó con su último
LP, una profunda carrera horadada en las extensas llanuras del
gothic metal. Un camino épico de luces y sombras, impeliéndose unas sobre otras, tratando de aferrarse a los salientes... escalando y arañando la piedra hacia la cumbre de este gran promontorio musical.
Faith Divides Us, Death Unites Us los elevó hasta los últimos cien metros como single, título del album, y
verdad irrefutable... junto al resto de pertrechos reanudaron la marcha hacia los metros finales (no tan alto como
Katatonia), pero lo suficiente para que odio, ira, desaliento e ignominia se deshielen, dejando posos en su fluír hacia las profundidades terrestres, sobre
el corazón de aquellos que no soportan vivir con las llagas del bien, animales repudiados por su alma.
Lágrima a lágrima, el miedo supura. La sangre se pudre y desaparece en el largo cantar de los años, hasta que las venas vacías y resecas, recogen el eco de un dolor injusto. Gritos para una canción que
nunca debió cantarse... fortitude to
face the Path.