El desierto es el reino de la nada y el olvido. Sus dunas abarcan miles de kilómetros hasta donde se pierde el horizonte. Justo en la delgada linea que separa cielo y tierra se encuentra un oásis de riqueza, civilización y modernidad. Estamos en Dubai (aunque la foto no indique lo mismo), uno de los siete emiratos que integran desde 1971 los Emiratos Árabes. De sus áridas tierras nacen centenares de rascacielos, reinados por los 650 metros de un Burj Dubai en pleno apogeo, símbolo de la egemonía árabe.
Sus calles no admiten pobreza, su poderío es fruto de crueles e ingentes masas de dinero. Mientras millones de personas en el mundo se mueren de hambre aquí se realiza cada año la Dubai World Cup, la competición internacional de carreras de caballos que reparte los mayores premios en el mundo, y se erigen monstruosas construcciones hoteleras. Pero lo árabes son muy dados a la excentricidad, y entre sus excentricidades podemos encontrar las no menos famosas carreras de camellos. Viviremos un día en el desierto, a las afueras, en una asombrosa carrera, emblema de poder, dinero, tradición y por que no... injusta elegancia.
Video::: Camel Race
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