Cuando las dimensiones cambian, evolucionan, tal y como lo hace la vida a cada momento, se puede observar con detenimiento, la esencia de las inquietudes, las que engrasan la rueda de nuestra vida, atrapada en un movimiento perpetuo que pide ser liberado. El artista francés Maxime Causeret nos da la llave para ello, nuestra imaginación.
Una llave con la energía suficiente como para saltar entre dimensiones, cuando y como se quiera. Su fantástico, sin existir otro adjetivo posible, trabajo, se basa en la libertad, la musicalidad, y la evolución del arte, así como del alma, el lugar donde sin duda podemos hallar todas las formas de expresión del ser humano. Mientras, el tiempo pasa inexorable, así que abandonemos nuestros pensamientos mientras viajamos hacia una cuarta dimensión: Una puerta de madera, roída por el paso de los años, a un lado... reluciente y nueva, atada frente a la corriente del tiempo, al otro. Cruzarla requiere tres pasos: insertar la llave, girar, disfrutar...
Una llave con la energía suficiente como para saltar entre dimensiones, cuando y como se quiera. Su fantástico, sin existir otro adjetivo posible, trabajo, se basa en la libertad, la musicalidad, y la evolución del arte, así como del alma, el lugar donde sin duda podemos hallar todas las formas de expresión del ser humano. Mientras, el tiempo pasa inexorable, así que abandonemos nuestros pensamientos mientras viajamos hacia una cuarta dimensión: Una puerta de madera, roída por el paso de los años, a un lado... reluciente y nueva, atada frente a la corriente del tiempo, al otro. Cruzarla requiere tres pasos: insertar la llave, girar, disfrutar...
Video::: Second Suffle